El esmalte dental es uno de los tejidos más duros de nuestro cuerpo pero, a su vez, es muy frágil, por lo que hay que cuidarlo ya que no se regenera, es decir, una vez que se pierde no se recupera. Uno de los componentes principales del esmalte es la hidroxiapatita, el mineral más duro del cuerpo humano.
Nuestros dientes están formados por distintas sustancias mineralizadas entre los que se encuentra el esmalte.
Éste cubre todas las piezas dentales, es la parte visible y su espesor varía entre 2 y 3 milímetros. El esmalte no tiene color, es translúcido y al no poseer terminaciones nerviosas es insensible al dolor.
El diente está formado por 3 capas principales: la capa externa llamada esmalte, la capa intermedia llamada dentina y la interna, denominada pulpa.
La encargada principalmente de aportar color al diente es la dentina y no el esmalte. Como ya hemos dicho, éste es translúcido y permite el paso del reflejo de la dentina.
El esmalte puede verse dañado por un golpe, una caries, rechinar de los dientes… En estos casos hay que recurrir a técnicas odontológicas como carillas o reconstrucciones. Para ello, te recomendamos buscar al mejor profesional de tu zona en Hogar Dental.
Para evitar la erosión del esmalte también debemos controlar lo que comemos y bebemos. Son perjudiciales las bebidas con ácidos y los alimentos ricos en azúcares. Y, como siempre, una buena higiene dental también ayuda a proteger nuestro esmalte y nuestra boca en general.